Un fallo informático obliga a cerrar los túneles de la M-30
Una gran parte de los túneles de la M-30 fueron cortados ayer martes al mediodía al tráfico por el Ayuntamiento de Madrid tras un fallo informático en el centro de control de los subterráneos, según fuentes municipales. El Consistorio aseguró que la interrupción en los túneles duró no más de 20 minutos, aunque los trabajadores de Calle 30 explicaron que el problema se prolongó durante más de 40 minutos.
Los cortes afectaron a la entrada al túnel de Marqués de Monistrol, la entrada desde la A-5, la entrada desde la Cuesta de San Vicente y los dos by-pass. También se cortó la calzada interior y se desvió el tráfico por Virgen del Puerto.
Fuentes de los trabajadores detallaron ayer que el problema fue que la empresa privada que gestiona el mantenimiento de Calle 30 decidió refrescar el sistema en un horario inadecuado. «Han decidido actualizar el programa de los ordenadores por la mañana y en una hora complicada, en vez de hacerlo de madrugada o en fin de semana», añadieron las mismas fuentes. «La actualización ha salido mal y no había posibilidad de comunicación. Tampoco podíamos actuar con los equipos y tomar medidas como poner la ventilación, bajar barreras o activar la señalización», agregaron los empleados de Calle 30.
Como consecuencia de este fallo, el coordinador de Seguridad del Ayuntamiento de Madrid, Daniel Vázquez, optó por ordenar el corte de los túneles por parte de la Policía Municipal y los empleados de Calle 30, según fuentes municipales.
Desde al Ayuntamiento de Madrid indicaron ayer que se trató de una incidencia informática en el centro de control y que en ningún momento se cayó el sistema al completo. Subrayaron que la decisión de cerrar los túneles al tráfico fue puramente preventiva. «A las 13.50 se restableció el sistema y el tráfico. El corte sólo fue de unos 20 minutos», indicaron desde el Consistorio.
Los trabajadores señalan que los contratiempos se suceden día tras día debido a que la empresa privada Emesa (Empresa de Mantenimiento y Explotación formada por Ferrovial y ACS) gestiona de forma ineficaz los servicios con el beneplácito municipal. De hecho, la comisión de investigación de la construcción de Calle 30 realizada en el Ayuntamiento de Madrid, que finalizó sus trabajos en noviembre pasado, denunciaba que la empresa Emesa está supeditada a un contrato de mantenimiento «sin mecanismos de control».
A juicio de la comisión de investigación, este modelo de gestión «garantiza el beneficio de las empresas privadas adjudicatarias de un contrato blindado hasta 2015 y prorrogado hasta 2040».
El Consejo de Administración de Calle 30 penalizó el año pasado a Emesa con 995.000 euros por falta de cumplimiento de distintos compromisos contractualesrelacionados con la instalación de una red wifi, de otra red de comunicaciones y de servicios de mantenimiento.
Los trabajadores de Calle 30 recuerdan que se debería haber rescindido ya el contrato con esta empresa, realizado una auditoría y redactar un nuevo pliego de mantenimiento como se aprobó en la comisión de investigación de Calle 30, una de cuyas conclusiones era la remunicipalización de la gestión de esta infraestructura viaria.
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