La implantación de la inteligencia artificial obligará a 1.400 millones de personas a volver a formarse
Un estudio de IBM Institute for Business Value estima que el 40% de toda la mano de obra mundial tendrá que adquirir nuevos conocimientos
La implantación de la inteligencia artificial supondrá que en los próximos tres años unos 1.400 millones de personas, el 40% de los 3.400 millones que componen la mano de obra a nivel mundial, tendrán que volver a formarse en alguna competencia, según un estudio y dos encuestas realizados por IBM Institute for Business Value. No obstante, no creen que la tecnología vaya a suponer la pérdida de empleos, aunque sí conllevará la reestructuración de empresas y procesos, además de las aptitudes de los propios trabajadores.
Así, los ejecutivos encuestados por IBM estiman que este porcentaje de la fuerza de trabajo global deberá reconvertirse o aprender nuevas habilidades por «la implementación de la IA y la automatización». Es decir, no será tanto que se sustituya a los trabajadores porque las nuevas tecnologías puedan desempeñar su labor, según el estudio, sino que se crearán nuevos puestos o se replantearán los existentes y para ello será necesario adquirir nuevos conocimientos.
La incidencia será distinta en función del puesto y el sector, pero, de media, el 87% de los directivos considera que los puestos de trabajo aumentarán en funciones con la inteligencia artificial generativa. Será especialmente destacado en procuraduría (así lo cree el 97% de los preguntados), riesgos y compliance (93%) y finanzas (también el 93%).
Con todo, entre los ejecutivos se espera que en 2025 la IA generativa ya incidirá en todos los estamentos de la empresa. Será especialmente notable entre los puestos más bajos, de entrada, donde el impacto será ‘extremo’ para un 18% de los encuestados, ‘significativo’ para el 29% y ‘moderado’ para el 30%. Entre aquellos con experiencia habrá una repercusión moderada para el 48% y también destaca que un 6% cree que habrá un impacto extremo entre los altos directivos.
Respecto al tradicional debate sobre si la inteligencia artificial acabará con los empleos de los trabajadores humanos, IBM tiene un opinión algo tangencial: no lo hará la tecnología, pero sí quien la domine. «La IA no reemplazará a las personas, pero la gente que utiliza la IA sustituirá a la gente que no la utiliza«, resume el documento, que también detalla que los avances en estas herramientas «prometen cambiar drásticamente los modelos de negocio tradicionales» y transformar «el trabajo que realizan los empleados cada día». Para realizar el estudio, se utilizaron dos encuestas realizadas con líderes globales (3.000 personas en 28 países) y con trabajadores (21.000 empleados de 22 países).
Curiosamente, el estudio también refleja una caída en el peso de las habilidades de las carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, por sus siglas en inglés), que pasan de ser las más importantes en 2016 al puesto número 12 en esta misma clasificación en 2023. El análisis es que, en cierto modo, mueren de éxito, porque se da por hecho que el empleado las posee, al menos por parte de los equipos directivos. «Mirando al futuro, los ejecutivos están más centrados en desarrollar las habilidades personales«, destaca el informe. La gestión del tiempo y prioridades, la colaboración o la capacidad de comunicación son algunas de las más destacadas. También ayuda el propio desarrollo de la tecnología, que hace que sean necesarios menos conocimientos técnicos para desarrollar trabajos que lo son, como la programación, que también puede formar parte de las tareas más mundanas que se automatizan.
En este sentido, el informe destaca que «no puedes dirigir la empresa del mañana con el talento de ayer», pero tampoco puedes «conectar el talento del mañana en un modelo operativo de ayer». Ahí es, en parte, donde entraría la inteligencia artificial, más destinada a optimizar procesos o aportar información para tomar decisiones que a reemplazar a los trabajadores. Lo ilustra el apartado dedicado a los aumentos salariales o los ascensos, que, según IBM Institute for Business, se harán con el apoyo de los datos que proporciona la IA, pero siempre con la aprobación de un ser humano.
Los cambios de paradigma suponen también, por ejemplo, adoptar modelos de operación basados en el producto o en las formas de trabajar: que los equipos tengan objetivos que cumplir, no tareas que realizar. Una de cada tres de las empresas que mejor rinde ya ha optado por esta mentalidad. Asimismo, se apuesta más por la mencionada formación adicional de los trabajadores (lo hace el 57%) que en la contratación de nuevos empleados.
«Aunque es fácil asumir que la gente no está adoptando tecnología porque no saben cómo utilizarla, puede ser simplemente que se resistan al cambio y tengan miedo de ser sustituidos», detalla el informe. En este escenario, consideran que los directivos deberían ser capaces de transmitir a sus empleados el mensaje de que quieren aumentar el valor de lo que hacen, no simplemente reducir costes. Y también fomentar la experimentación y la comunicación, donde cobra importancia la figura de los cargos intermedios «para ayudar a los empleados a comprender mejor sus objetivos» y a trabajar en un entorno de cierta incertidumbre. «Con la IA automatizando muchas tareas tradicionales, los cargos intermedios pueden liderar más y administrar menos», resumen.
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